SALUDA AL DIABLO DE MI PARTE - CRITICA

Dirección: Juan Felipe Orozco      

Guion: Carlos Esteban Orozco

Género: Thriller/Drama

Pais: Colombia

Año 2011

Ángel un reinsertado de la guerrilla, es raptado junto a su hija por ex-secuestrado llamado Leder, apelando a sus habilidades para liquidar a sus antiguos compañeros bajo amenaza de perderle y saciar el anhelo de venganza de  este individuo, culminando en un desenlace inesperado.

La historia con planteamientos  sobre la ley de justicia y paz se ha desarrollado en la superficie de una manera correcta más no sustancial.  Este relato de venganza está plagado de lugares tópicos como la mansión del personaje carcomido por el odio y acciones hilvanas como el individuo con pasado turbio que debe volver al averno por su antiguo proceder  a cambio de la vida del ser más preciado,  como si tratase de un thriller norteamericano con el suficiente pulso narrativo para mantener siquiera el interés en una realización técnicamente depurada, con un apropiado montaje rosando en el ideológico, siendo latente en el final; aunque carente de una mayor osadía al exponer  los acontecimientos,  no solo captando la atención sino involucrar al espectador.

No esperamos siquiera autoría en estos productos, pues tiene ecos inherentes de films como “RONIN” del artesano cineasta John Frankenheimer o la posterior  “DIA DE ENTRENAMIENTO” de Antoine Fuqua, y desprovista de los elementos en productos genéricos como los estelarizados por Steven Seagal; con unas constantes estéticas en la puesta en escena. Sin embargo reconozco que posee giros nada forzados e imprevisibles en la trama, destacando la escena del terreno baldío con el “manchado” cuerpo de policía y sus métodos radicales de “limpia” en donde se invierte la situación, sin revelar más de mi parte.

Destaco el buen trabajo actoral, Edgar Ramírez en el protagónico es apropiado en su caracterización sin más,  sobresaliendo  Carolina Gómez y  Salvador del solar evadiendo los clichés emocionales recurrentes pues sus personajes reaccionan según la situación sin hiperbolizar nada. No obstante, queda faltando más relevancia en otros como la caracterización de Patrick Delmas.

En conclusion, a pesar de sus pocos destellos de originalidad, consigue reflejar aceptablemente no en la fotografía de la realidad, parafraseando al gran Stanley Kubrick, sino en una fotografía de la fotografía de esta, exponiendo las nefastas consecuencias de un alma atormentada con el flagelo del rencor.  Interesante ejercicio de género híbrido por parte de los hermanos Orozco, con un resultado más redondo que su opera prima, AL FINAL DEL ESPECTRO.

Por: OSCAR CABRERA