ESPECIAL - VIOLETA DE MIL COLORES - CRITICA
Dirección: Harold Trompetero
Guion: Harold Trompetero y Eduardo Parra
Genero: Drama/Experimental
Pais: Colombia
Año: 2005
Cansada de existir sin propósito, una mujer prepara su
escena de muerte en la bañera, sumida en sus fragmentos como pétalos que flotan en el
agua. Cuando flagela su muñeca con una cuchilla, recuerda momentos agobiantes, de júbilo, o simple
introversión. En algún punto comprende que puede vivir siendo como es, de
relativa manera.
Aquí la progresión lógica narrativa no tiene cabida. Es una
experiencia sensitiva que sigue esta premisa, ‘La vida no tiene argumento’. La
condición humana es muy compleja para plasmarla en un metraje, pero si es capaz
de mostrarnos el tormento emocional de un personaje femenino tan solitario que
ha escogido la efímera satisfacción de los placeres. Su angustia existencial resulta
genuina por una desintegración del ser no confrontado, que solo podemos
contemplar y sentir impotentes mediante la construcción de su lenguaje tan
cambiante como sus emociones.
La intención conceptual toma como cimiento la interpretación
tan visceral como autentica de su protagonista, Flora Martinez, brindando una intensidad al personaje muy dominante de
la puesta en escena y con matices cargados de las sensaciones más profundas. Una
columna del film es un montaje simbólico en video que al utilizar filtros de
imagen, repetición de tomas o alterando su velocidad, la hace llamativa
visualmente en función de reflejar y expresar. Casi es un acercamiento
semiótico.
Rompe las convenciones en su momento con una riqueza estética
oblicua, cruda e impetuosa en constante búsqueda de algo concreto con instantes
de éxtasis visual, como la mujer misma en analogía. Ella idealiza e implanta
ideas contradictorias a su proceder interior, pues teme enfrentar sus cargas y
darse cuenta de una identidad quebrada con un inconsciente corroído por el
abandono. Algunos diálogos geniales son dignos
de comparar con los de ‘Transpoiting’ de Danny Boyle, sobre todo un monologo
en soliloquio de Flora que guarda similitudes al de ‘La hora 25’ dirigida por Spike
Lee. En ellos vemos explicita una descarga justificada contra una colectividad
abyecta, con seres vestidos de caparazones endebles de moralidad deformada.
Sometidos a mentirse en lugar de reafirmar y vigorizar lo intrínseco.
Estamos ante un shock de sentimientos en gran-angular que
nos golpea, dando las tantas facetas cercanas que tenemos todos reunidas en
violeta. Ella efervescente hasta saturar con pureza y añoranza esa abrumadora
amalgama vital de colores. La dirección de Trompetero se muestra creativa al
resolver ciertas escenas libres de efectismos. Aprovechando esa libertad deseada
y tan escasa en otras ocasiones cuando hace piezas anodinas de encargo
producidas por Dago Garcia.
Por OSCAR CABRERA
Película completa - Parte 1 de 8
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