IN TIME (EL PRECIO DEL MAÑANA) - CRITICA
Guion y Dirección: Andrew Niccol
País: EE.UU
Género: Ciencia ficción/Thriller
Año: 2011
En el futuro se ha conseguido anular el gen que provoca el envejecimiento, por eso todas las personas aparentan tener 25 años. Ahora el tiempo se utiliza como moneda de cambio para evitar la superpoblación, de ahí que la gente adinerada conserve su longevidad, mientras los demás con escasos recursos han de negociar para prolongar su existencia. En este contexto entra Will Salas, un hombre de la minoría que es acusado falsamente de cometer un crimen, por ello decide huir secuestrando en su camino a Sylvia, una joven heredera y posteriormente intentar juntos revertir el sistema.
Un ligero e interesante giro de tuerca ha resultado este trepidante film para su realizador Andrew Niccol, responsable de las sofisticadas, alegóricas, o emotivas ‘Gattaca’ y ‘El señor de la guerra’; provistas de un ritmo narrativo pausado con elocuencia cautivadora, enlazando sus cabos apropiadamente y generando reflexión al involucrarnos en sus potentes escenas. Sus parábolas sobre el destino de la humanidad, cuentan siempre con el personaje que añora sobresalir en un entorno socialmente represivo mientras cavila definiendo e hilvanando la individualidad en su ser y en los mecanismos para crear, en lugar de tan solo adaptarse; Inclusive vemos esto en la más ligera de sus realizaciones, ‘Simone’.
La orientación del director neozelandés esta vez radica en el dinamismo de su lenguaje fílmico, las explicaciones son concretas y solo seguimos una trama bien justificada pero con preguntas al establecer el trasfondo socio-político, en lugar de entablar subtramas como en sus anteriores trabajos. Sin embargo, eso no parece muy necesario aquí cuando se opta por la ejecución y resolución ágil de los eventos expuestos; Los diálogos tienen fuerza sin sermonear, pero su mayor virtud es la cuidada composición visual en su puesta de escena, con instantes tan sobrecogedores que estremecen genuinamente. Siempre está implícita la contante alusión crítica hacia los alcances del control económico sobre las imprevisibles abstracciones de la condición humana.
Los personajes no son totalmente arquetípicos, cuentan con aspectos que edifican su personalidad y son relevantes en el transcurso del argumento. Aunque debo recalcar cierta deficiencia en la formación interpretativa de ciertos caracteres con interacciones algo afectadas, como en la pareja protagonista al entablar su relación afectiva hacia el énfasis pasional con pocos momentos destacables al conocerse, u otro ejemplo es lo previsible del encuentro de Will con el magnate padre de Sylvia. Ambos casos desvelan la discreción de Niccol al involucrarse en su primera historia para un amplío público y haciéndola un entretenimiento perspicaz, lo cual es comprensible.
En conclusión, balanceada obra con tintes ponderativos y meritorio tratamiento retorico capaz de mantener absorto al espectador, dejándose llevar en agradables referencias estéticas retro y otros guiños a los films de espionaje. Con este cambio de registro contundente, Niccol sale airoso.
Por: OSCAR CABRERA
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