BAD TEACHER - CRITICA

Dirección: Jake Kasdan  

Guion: Lee Eisenberg y Gene Stupnitsky

País: EE.UU         

Género: Comedia

Año: 2011

Elizabeth Halsey es una profesora con aversión hacia su labor. Es despiadada e irreverente, cuya única meta es casarse con una hombre adinerado para dejar su trabajo. Cuando su prometido la deja, fragua un plan para enamorar al profesor suplente Scott Delacorte, compitiendo contra Amy, una colega demasiado enérgica, como tambien haciéndole frente a las insinuaciones del profesor de gimnasia. Sus escandalosos planes tendrán brutales consecuencias que impactaran a sus alumnos, sus compañeros e incluso su propia persona.

Comedia dirigida por Jake Kasdan, hijo del también cineasta Lawrence Kasdan. Su principal percance radica en la ejecución desaprovechada de algunos gags cómicos, careciendo de perspicacia en su construcción, sin embargo no están desprovistos de cierta originalidad, integrados adecuadamente tanto al contexto como a los personajes.

El lenguaje es conciso y bien llevado, sin algún elemento arbitrario que perjudique la sucesión de eventos apropiadamente organizados en bloques narrativos de lapsos justos por meses, acordes al crecimiento de los personajes y siendo efectivo a pesar de no ser muy ingenioso.

Aquí sobresale el acertado elenco actoral sobre los aspectos técnicos, con caracteres genialmente cimentados y dotados cada uno de su firme e instaurada ética personal, dignificando bastante algunos chistes gamberros que pudieron ser mecánicos con un trasfondo complementario a su condición psicológica y emocional. Las interpretaciones de Cameron Diaz en un peculiar protagónico, Jason Siegel o un auto satírico Justin Timberlake consiguen guiar la historia con fluidez renovando escenas vistas anteriormente en otras producciones tediosas del mismo género; no obstante, destaco la estrambótica y magnífica caracterización maniaco-obsesiva de Lucy Punch, en serio es perturbadoramente hilarante.

En conclusión, Kasdan nos ofrece humor negro con pretensiones de mayor impacto visceral al espectador sin tapujos, aunque al final el film termine siendo algo blando e irregular en sus planteamientos y se convierta en un producto prescindible.

Por: OSCAR CABRERA