STEPMOM (1998) - BREVE ANALISIS
A pesar de sus limitaciones como realizador y propenso a
momentos emocionales bastante efectistas, Chris Columbus cuando se lo propone
puede ser bastante solvente al dirigir, generando junto a sus actores escenas
realmente auténticas, y un singular balance de ingeniosos gags cómicos con el
drama más potente. Cumpliendo como cualquier buen artesano, se adapta de
acuerdo al tono impuesto. Sin embargo hoy quiero hablar en especial de una cinta
suya, quizás la exponente definitiva de su madurez narrativa, Stepmom o Quedate a mi lado en Latinoamérica es el fenómeno de su filmografía
que hasta la fecha no ha conseguido emular.
Trata sobre Isabel, que solo piensa en su carrera al
ser una reputada fotógrafa de modas, además se ocupa de Anna y Ben, los hijos
de su actual pareja Luke. Ella intenta mantener una cercanía cordial con ambos
niños sin mucho éxito, y para agravar las cosas se presentan continuas disputas
con Jackie, la ex-esposa de Luke, quien cuestiona cada una de sus acciones, en
parte culpándola de su divorcio. Luego Jackie debilitada descubre que tiene
cáncer e incapaz de ocuparse de los chicos le pide a Isabel ayuda. Durante ese
tiempo ambas comienzan a entenderse cada vez más, y consciente de morirá decide
dejar todo en orden con sus hijos, Luke, y por supuesto con una afín Isabel. En
apariencia, una idea dispuesta en otras manos al cansino o manipulador terreno
de los telefilmes por Studio Universal.
Por supuesto jamás va mas allá, ni rompe tabúes, pero
agradezco que no sea tan parcial y muestre que el fallecimiento es renovación,
en lugar de evadirla u omitirla de cualquier expresión visual. Además, tengan
en cuenta que esta es una película de gran estudio y al menos es refrescante
saber que no hay demasiada restricción en algunos temas.
Lo que es fascinante para mi es ver a un Columbus sutil,
sobrio y elegante, desplegando una sensibilidad realmente personal. Sin notarse
tan limitado como en sus demás largometrajes, Home Alone, Mrs Doubtfire,
o incluso la posterior El hombre
bicentenario, allí debía ser más directo y la comedia subyugaba el
potencial de ofrecer algún sentimiento o visión propia, eran apenas amenas. El
contexto será muy americano, e idílico por instantes diría yo –heredado de John
Hughes-, aunque se las arregla para percibirlo universal y equilibrado.
El año anterior su madre murió de cáncer –a quien dedica la
película- pero Chris nunca se deja llevar, ni realiza un mero ejercicio de
autocomplacencia, construye un relato coherente, bien distribuido y estructurado,
sin pretensiones. Da lo que promete con destellos de autor dosificados, un
profesional del oficio. Se concentra en contar bien esta historia que te golpea
el corazón, aunque veras si te conmueves o no; incuestionable claro son los
seres en pantalla, te importan en serio porque podrían ser los tuyos.
Por OSCAR CABRERA
Vale la pena resaltar como Columbus utiliza el clásico de
Marvin Gaye y Tammi Terrell, Ain´t no
mountain high enough de forma tan sublime en la cinta, aparte de la partitura
de John Williams. Aquí les dejo mi escena favorita con la canción.
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