EPIC - CRITICA ESPECIAL

UNA FANTASÍA ARTESANAL 

SOBRE LA NATURALEZA Y SU CONEXIÓN, OTRA VEZ

Los estudios Blu-Sky no ofrecen una orientación renovadora  de la animación, pero siempre se percibe el esfuerzo por entregar un buen producto artesanal y que provee aceptable entretenimiento. En el caso que nos ocupa, es sobresaliente la mejoría frente a sus anteriores trabajos.

He creído hasta ahora que Chris Wedge tiene gran potencial como animador, aunque ocasionalmente descuide ciertoa aspectos en sus historias, provocando desbalance en su dirección. Un ejemplo seria “La era de hielo”, donde ponía todo su peso en la interacción de los personajes y olvidaba parcialmente otros elementos como el ritmo narrativo; otra muestra seria “Robots”, al establecer una estética prolija por encima de los habitantes mecánicos que casi no tienen carisma. Ahora con “Epic” es notorio su inmenso progreso hacia un cuentacuentos de cuidadoso proceder, a pesar de manejar un argumento esquemático y predecible dentro del canon fantástico. Wedge se preocupa en justa medida por el engranaje visual y del correcto lenguaje fílmico en beneficio de un relato nada forzado, muy fluido en verdad. Presenta personajes arquetípicos y sus situaciones de manera espontánea, consiguiendo por instantes la empatía del espectador absorto.

Agradezco mucho que su discurso ambiental no sea tan obvio, sintiendo la aventura y sin volverse sermón nefasto. Aquí se transmite afablemente el equilibrio natural con suficiente sutileza.

Esta frenética aventura podrá carecer de una sensibilidad profunda, solo es efectiva y cumple con deleitar sin desmerecer el toque personal de su realizador, sin embargo tampoco esperaba que fuera una idílica alegoría parecida a las realizadas por Hayao Miyasaki y eso que tiene referencias orientales. Diría que la experiencia en su conjunto es similar en tono a los trabajos de Don Bluth.

Concluyendo… ¿Seré yo, o Danny Elfman últimamente está haciendo mejores bandas sonoras cuando no trabaja con Tim Burton?  Porque la de esta cinta es bastante lograda.

Por OSCAR CABRERA