ESTRENO TARDÍO - EL ATLAS DE LAS NUBES - CRITICA

Guion y Dirección: Andy Wachowski, Tom Tykwer y Lana Wachowski

Genero: Drama/Ciencia ficción

País: EE.UU/Alemania

Año: 2012

Basado en la novela homónima de David Mtichell.

Transcurre a través de los tiempos, desde 1849 hasta un entorno post-apocalíptico en el 2321. Indagando como los actos de vidas independientes influyen en el pasado, presente y futuro.

Me pregunté inmediatamente después del visionado como rayos podría a escribir sobre esta experiencia. Luego de ver unas notas rápidas que tome, intenté analizar lo que ha sido una locura valiente y sobresaliente, no exenta de algún que otro desigual conducto de ideas. Se comprendió lo pretendido, aunque  el contenido fue simplificado al no articular mejor su desenlace que pudo ser más trascendental.

Si resaltamos un planteamiento base, podría ser la posibilidad de que nuestras almas estén en contante suplemento, no obstante cuestionamos la conservación de la esencia y si lo siguiente es un hecho, ¿tendrán aun repercusión las acciones, sensaciones, e inclusive sentimientos a pesar de la re-estructuración antropológica u ontológica?

Con lo anterior solo tendremos mas disposición a sus elementos y como convergen según la libre interpretación del espectador de acuerdo a su filosofía vital. En ello radica su merito. Coherente con el núcleo del relato, abierto a debate y no solo en este film, ¿será entonces en verdad que sin importar lo que pase, nosotros como humanidad somos únicos responsables de nuestras decisiones, o nuestras praxis están inscritas desde el origen durante esta existencia o en la siguiente por las eras, y conservándose inmutables las conexiones con los demás participes?

No nos ofrece respuestas pero si pautas de guía reflexivas en un envoltorio variado pero inteligente, mas no totalmente efectivo. Comencemos con el montaje, del cual no me puedo quejar pues la distribución y articulación de las tomas son correctamente pensadas. Donde todas las situaciones, diálogos e intenciones corresponden al pasar la siguiente toma sin perjudicar la narración. Teniendo en cuenta que pasa en distintas épocas, esta conectada en su alternación espacio-temporal, sin embargo jamás hablo de ruptura. Se conserva lineal como valor conceptual adicional al mensaje abierto, ningún segmento es auto conclusivo.

Es relativo pensar que tantos personajes perjudicarían el ritmo. Pasa que algunos olvidan lo complejo que es desarrollar un carácter y al buscar un punto de enfoque, es normal relevar importancia. En mi opinión no era necesario repetir actores en otros roles, pudieron apelar a otros recursos parecidos a las manchas de nacimiento para establecer relación.

Me agrado mucho que sus tres directores encontraran sintonía y armonía estética con estilos tan marcados, Tykwer hacia lo lirico y los Wachowski en la preponderancia visual magnifica. Podemos verlo también como un ejercicio ecléctico que mezcla géneros cinematográficos.

Gratamente sorprendido por este gran trabajo en equipo en una exploración cuidadosa, que evita caer en puntos muertos e ir por lo fácil.

Por OSCAR CABRERA