CULTO FÍLMICO - UNA SERPIENTE DE JUNIO - CRITICA

Guion y Dirección: Shinya Tsukamoto

Genero: Drama/Experimental

País: Japón

Año: 2002

Rinko es una discreta mujer que ejerce de consejera telefónica en un centro de salud y esta casada con un ejecutivo, pero son muy distantes. Es un junio lluvioso, ella recibe una carta que contiene unas fotografías comprometedoras donde se explora sexualmente. Ahora el autor de las imágenes la chantajea para que ella cumpla sus requerimientos voyeristas.

Estrepitoso trayecto erótico con pasajes rodeados de sordidez. Guiado tan solo por la experiencia vital de unas almas cohibidas en los paradigmas morales, debatiendo exhortar sus anhelos, aunque ausente de autorregulación al propiciar una transformación radical, con génesis en la carne, hacia una re-configuración ética en un singular renacer del yo. Sobresaliendo del helado abrazo de unos artefactos manejados como símbolo opresivo de la dependencia al rígido y complaciente juicio social, ese que genera tanto desapego e indiferencia en estos individuos y cuya alternativa es el re-descubrimiento sexual.

Las secuencias surrealistas propuestas, son particularmente consecuentes con las fisuras emocionales de sus personajes capturadas en tomas tan duras como bellas. Que van al ritmo de su propio palpitar frenético mientras desean salir de su mascara monótona, mentirosa y represiva; representada por el metal (tecnología). Observé similitudes con ciertas constantes temáticas, desarrollo de personajes, o inclusive selección de tomas que realizo David Cronenberg en sus primeros trabajos.

Su progresión narrativa personal es conseguida por la correcta articulación de ideas implícitas. Presentadas directamente y variando los puntos de vista con el cambiable protagonismo de los actores durante las secciones del film, sin dejar la linealidad en pos de la catarsis final.

Quiero terminar tan solo exaltando la carga expresiva de su director, y como su coherencia muy propia fue bien llevada en una estética prolija a su manera, evitando caer en el tópico de otros realizadores, sobrecogimiento vano con imágenes aleatorias. Una integra concepción audaz del burbujeante cacumen de notas altas como Tetsuo: The iron man -su mirada de la "nueva carne"- y mi favorita, Gemini.

Por: OSCAR CABRERA

Dato adicional: Tsukamoto también actúa aquí e incluso en otras que no dirige, resaltando el caso de ‘Marebito’ de Takashi Shimizu.