SUICIDE SQUAD (2016) - ARTICULO
En el año 2016 escribí una critica para la pagina de cine Sin Final en el Guion sobre Suicide Squad, dirigida por David Ayer. Quise sacarla del cajón del olvido y compartirla con ustedes mis queridos cinefilos.
Muchas gracias por su atención y preferencia. Un abrazo enorme para todos y por favor cuídense mucho.
Necesitan derrotar a un mal milenario, entonces
la oficial de inteligencia Amanda Waller,
avalada por el gobierno estadounidense, reúne a un grupo secreto de seres despreciables
con habilidades especiales para hacerle frente. No tienen nada que perder y
conscientes de que podrían morir, se debaten si huir cada uno por su lado o
luchar juntos por una sociedad que les ha dado la espalda.
El cine de David Ayer es duro, con piezas tan impactantes como escabrosas y cuyos
personajes marginados, a veces trastornados, deben lidiar contra fuerzas
externas o internas que los perjudican. Apelan a su singular ética, olvidando
cualquier tipo de moralidad del entorno social que los reprime o rechaza tan
solo por ser ellos mismos, ya sea que vayan hacia la redención o al contrario,
se autodestruyan. Nada es blanco o negro, bueno ni malo, solo reaccionan ante
las circunstancias con métodos cuestionables. Verdaderos y trágicos antihéroes…
seres humanos.
Esto más que patente en piezas como su guion para Día de entrenamiento, de Antoine Fuqua, o Fury, dirigida por él, quizá su obra más completa para mí y a la vez da remembranzas por su deliciosa
ejecución clásica a The Wild Bunch de mí querido Peckinpah.
Así no era extraño que fuera elegido para
lidiar con el escuadrón suicida, quienes guardan enormes similitudes con las
anteriores criaturas de Ayer. Sin
embargo probaría ahora un tono más excesivo del comic en planteamiento,
narrativa y personajes, pues está acostumbrado a presionar a sus actores en
situaciones límite de acción realista, en general mediante los códigos de la
calle y exponiendo el delirio urbano. Toda una hipérbole pop de sus constantes,
pero con un ingenioso look “anárquico” y “neo-punk” por desgracia diluido gracias
a Warner Brothers y su improvisado
universo fílmico de DC comics. Con
mayor libertad el sello de autor seria más directo, potente y funcional.
Vamos al punto, David hace guiones honestos
y viscerales, aunque con el poco tiempo que tuvo para escribir y las
restricciones, entrego una obra que si bien se deja ver, es entretenida y su elenco
posee carisma, resulta desigual. La primera mitad introduce con solvencia al
grupo y declara lo que pretendía, luego se dispersa al intentar a medias complementar
trasfondos interesantes en contados momentos genuinos. Logras involucrarte con
algunos e incluso encaminan de nuevo el relato; destaco la fundamental e
inteligente escena del bar con Diablo
(Jay Hernandez) –el más detallado y medianamente
complejo del equipo- contando su historia. Llegamos a la segunda mitad y se
vuelve más convencional sin apenas buenas sorpresas, surgiendo algún giro o
plan ridículo, pero se recupera. Recordemos que en toda fantasía predomina la
verosimilitud, no obstante consigue ser comprensible a pesar del tosco acabado.
Gran parte del problema es el montaje
indeciso –subestima en serio el concepto de transición, igual en las
interpretaciones-, que recorta antes momentos cruciales y dilata otros que no
aportan demasiado. Casi de milagro mantiene el pulso y jamás aburre. También sin
refinar es el bipolar uso del fantástico soundtrack, atinado en ocasiones acompañando
escenas y en otras falta criterio.
Eso sí, es coherente en su estilo y se nota
en lo filmado. Ciertas tomas o secuencias conseguidas, adquieren ímpetu y
carácter per sé en las pocas situaciones que funcionan dentro del conjunto. Posee
identidad, algo que pocos blockbusters pueden dar.
La dirección actoral es óptima, acorde al
tiempo de exposición claro está. Unos tienen más tiempo en pantalla, pero lo
que muestran cada uno es preciso en su breve construcción. Deadshot (Will Smith) es
correcto y empatizas con él, Harley
Quinn (Margot Robbie) brilla
cuando debe, aunque lastima desaprovechar ese subtexto del abuso por parte de
un Joker (Jared Leto) apenas insinuado cuando se plasma esa difusa línea entre
lo conocido como amor y obsesión malsana, reciproca con una quebrada y
conmovedora Harleen Quinzel. Killer
Croc (Adewale Akinnuoye-Agbaje),
Capitan Boomerang (Jai Courtney) y Slipknot (Adam Beach) ofrecen
el humor necesario bien distribuido por la cinta. Katana (Karen Fukuhara) cautiva
a pesar de sus breves intervenciones. En otras palabras, su tratamiento es
superficial y por lo menos sus interacciones tienen chispa, sosteniendo entre
ingeniosos golpes de dialogo y gestos sutiles la predecible trama. Abraza el cliché
en un extraño balance que es soportable, inclusive ameno.
El eslabón débil es Enchantress (Cara Delevigne)
–de llamativa caracterización aceptable- que esta llevada y desarrollada de
manera pésima. Sus motivaciones son tenues y el sustento es ínfimo. Los demás
tenían algún tipo de progreso, fuera repentino o más fluido, en cambio ella
permanece igual a pesar del desperdiciado potencial conflictivo con su
alterego, la Dra. June Moone, cuya
gama emocional o psicológica es tan distante y artificial como su relación con un
insulso Rick Flag (Joel Kinnaman). La única con
dimensiones y que arremete contra el espectador es Amanda Waller, un ser
realmente abyecto quien funge de forma magistral como la verdadera antagonista,
representando a la perfección aquello podrido del corrupto sistema.
Luego de esto, aun es recomendable. Verán,
el estudio intervino demasiado y fueron negligentes en el marketing, no
obstante el disfrutable visionado quizá los sumerja con la pasión, el esfuerzo
y el esmero en su concepción. Es un David Ayer afable y divertido que en
destellos logra transmitir ese estrambótico universo habitado por seres tan
peculiares como cercanos. Estarás de acuerdo o no con lo que son y hacen, pero
al menos entiendes algo del porque.
Las virtudes sobresalen y se ha convertido
en un nuevo placer culposo y redimible, tal como este hilarante escuadrón. No
transgrede o innova, es sincera… sencillamente memorable.
Por OSCAR ALEJANDRO CABRERA
Comentarios
Publicar un comentario