QUICK CRITIQUES XXXV - IMPRESIONES FILMICAS

Luego de un lapso muy extenso de ausencia, han regresado mis primeras impresiones de obras que vi, en este caso, del año pasado y que pueden generar cierto interés.

Espero las disfruten y me alegra estar de regreso.

Muchas gracias por su compañía y preferencia queridos cinefilos.


Litigante





Litigante
capta el acontecer humano con sus matices, tanto luminosos como grises. Escudriñando, entre las palabras y sus silencios genuinos y honestos, emociones ligadas al pasado, los sentimientos del anhelo, y la busqueda, consciente o no, de preservar lo denominado amor, el tesoro del alma, lo que debería mover al ser y evita que se pierda entre la culpa, lo pendiente y la incertidumbre.

Una obra de efecto tardío -a la manera del cine de Koreeda-, aunque cuando llega el golpe, es potente al revolver nuestro interior, y hacernos preguntar sobre el fluir de la vida. Recordando quizás eso que nos hace humanos, pero que hemos olvidado.

Un estupendo trabajo de todo su equipo (Franco Lolli, Carolina Sanín y compañía) al entregar un registro existencial sobrio, complejo y sincero.




Un día lluvioso en Nueva York 





Un rejuvenecido Woody Allen recupera algo de la audacia y la sensibilidad de antaño en una obra de aparente ligereza, pero que trata con suma dignidad y sinceridad recurrentes situaciones en su filmografía como la incertidumbre, la búsqueda existencial y las cargas agobiantes del pasado.

Una obra repleta de imperfecta pero bella humanidad, y de humildes pretensiones, pues no llega al nivel de los picos mas complejos o introspectivos de su autor, aunque en esta ocasión la sencillez de su conjunto es su mayor virtud. Es previsible, pero cada engrane de esta maquina encaja y se mueve con cautivadora fluidez.




Teen Spirit 





En la superficie, la opera prima de Max Minghella es un relato efectivo sobre el ascenso al estrellato con sus claroscuros, sin embargo logra trabajar y culminar con su real propósito, el de plasmar los anhelos mas profundos de su protagonista, y que desembocan en la sincera confrontación de sus cargas pasadas y al tedio existencial para reafirmar su identidad.

Todo lo anterior en un lenguaje fílmico sensible, que comunica su subtexto de manera concreta y moldea un esplendido bagaje visual directo que transmite las capas del interior humano.




Monos 





Lo creado por Alejandro Landes y su equipo para esta película explora con inteligencia y minuciosidad los viscerales rastros emocionales, las grietas interiores y la oscuridad del conflicto armado con su propio, pero cercano lenguaje poco convencional. Plasmando, en una total claridad del poder de sus imágenes, la enajenación de la guerra con todos los claroscuros de una extrema y verdadera condición humana.

Es dura y directa, no ahonda por lugares obvios y tiene subtextos o matices realmente complejos y muy bien comunicados. Evitando convertirse en una película panfletaria, o caer en la pornomiseria de la guerra y sus consecuencias de otras producciones; basta recordar por ejemplo cierta pieza reciente de Orlando Pardo.

Experimenta con su narrativa y lenguaje a consciencia, intentando generar algo real en el espectador, sin grandilocuencias. Es sincera, potente y estremecedora, presentando su realidad tal cual.



Por 

Oscar Alejandro Cabrera



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