PACIFIC RIM (TITANES DEL PACIFICO) - CRITICA
Dirección: Guillermo Del Toro
Guion: Travis Beacham y Guillermo Del Toro
Género: Ciencia Ficción
País: EE.UU
Año: 2013
En un futuro “cercano” legiones de criaturas monstruosas
conocidas como Kaiju, emergen del mar por una fisura interdimensional para
invadir nuestras ciudades. Por ello se ha implantado el proyecto “Jaeger”, la construcción
de gigantescos robots como arma y pilotados cada uno por dos seres humanos al conectar sus mentes para resistir la
intensidad de la máquina. Esta será la única posibilidad para derrotar la amenaza
y evitar el cercano apocalipsis.
Para nadie es un secreto la fascinación alegórica de
Guillermo Del Toro por la figura del monstruo, sobre todo cuando son notorios
los tratamientos clásicos a sus criaturas, referenciando autores como Lovecraft
por ejemplo. Sin embargo hay otros aspectos destacables en él, su solvencia y
versatilidad al abordar proyectos íntimos e idílicos –“El laberinto del fauno” o
“El espinazo del diablo”- , a la vez que realiza cintas de gran envergadura visual
–“Hellboy” y “Blade II”- sin sacrificar la sustancia.
Pacific Rim es reflejo del Guillermo directo, el que busca
entretener y deslumbrar, pero que sabe armar muy bien sus componentes para que
el espectador se involucre en una premisa tan absurda en principio, la cual ha
sido explotada ya en el cine y televisión con cierto impacto social –principalmente en Japón-
en obras con celebres criaturas colosales como “Godzilla", junto a
otras piezas con “Mechas” (Robots gigantes). Se les denominan globalmente como
Tokusatsu, refiriéndose a producciones con efectos especiales de ciencia
ficción, fantasía o terror. Lo que tenemos aquí entonces es un Tokusatsu
americano que ofrece un poco más que chatarra y Kaijus despedazados, posee un
trasfondo creíble -para sus parámetros- que exalta las virtudes humanas tal
como se hacía en la mejor etapa de antaño.
Para que no diera la impresión de estar viendo un prospecto
de serie B con presupuesto elevado, Del Toro hace énfasis en algo que casi ha
sido olvidado actualmente, darles una dimensión a sus personajes para que sean
menos arquetípicos y así acompañarlos durante el sencillo guion. Tiene
conflictos dramáticos o dilemas tomados en serio parcialmente y de resolución
breve en las subtramas, no olvidemos que esto es un film de verano
satisfactorio.
Nada breve es el apartado visual, cuya composición general
es tan prolija como se esperaba. Las secuencias de batalla son impresionantes,
no por su magnitud, sino por el ritmo y montaje cuidados de un avance
envidiable; además selecciona acertadamente tomas para tener certeza de quien
golpea y quienes corren peligro durante las hecatombes plasmadas. Todo el
diseño de producción es envolvente, los diseños mecánicos y monstruosos son
bastante creativos con ciertos toques clásicos claro.
El nivel actoral es correcto a secas según lo requerido, al
menos generan tensión cuando se necesita, a pesar de que el relato se estanque
en instantes. La relación entre Rinko Kikuchi y Charlie Hunnam –la pareja de
turno- se percibe tibia, aunque sea no es cursi.
Incuestionable es el hecho de que la película apela a tu
niño interior, por
lo tanto es mejor verla con la disposición anímica indicada y dejarse llevar
por las influencias. Para nada va a ser trascendental, no obstante garantizo
que podrían salir complacidos luego de navegar por este eufórico universo y titánico
homenaje fílmico.
Por OSCAR CABRERA
Esta película es fantástica y no es de una trama complicada de entender. Claro que con los efectos visuales se logra que sobresalga. Es muy atractiva la batalla de kaijus y jaegers y la forma en que manejan que ellos emergen de un portal.
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