QUICK CRITIQUES XXXI - IMPRESIONES FILMICAS

Regresamos con una entrega muy interesante de esta sección ya clásica en el blog. Aquí comparto mis impresiones de films de lo mas variopinto, arriesgadas e innovadoras a su manera.

Espero sean de su agrado y muchas gracias de nuevo por su preferencia.


Tres Anuncios por un Crimen 

(Three Billboards Outside Ebbing Missouri)


Martin McDonagh no hace más que evolucionar como realizador, pues se le percibe complejo e incisivo en el tratamiento de unos personajes realmente humanos dentro de una sátira dura, donde disecciona en esta ocasión lo podrido –véase racismo, apatía social y machismo- en la Norteamérica profunda. Indagando por las grises capas de la condición humana mientras revuelve esa fosa decadente.

Del humor negro y meta-referencial de Siete Psicópatas y un Perro, su anterior obra, se traslada a un drama denso con pizcas de comedia corrosiva, aunque en justo balance con los momentos emocionales e íntimos de unos seres inmersos en el dolor y que tratan a su manera de confrontar esas heridas, buscando aquello que los libere y acariciar la redención lejana, o tal vez no tanto, dependiendo de las circunstancias.



La Forma del Agua (The Shape of Water)


Guillermo del Toro en su vertiente más comprometida, siempre ha plasmado y desarrollado a plenitud el contraste entre la “monstruosidad” de sus criaturas y los verdaderos monstruos, aquellos seres humanos de moralidad retorcida. Sin embargo en La forma del agua adquiere mayores matices e incluso una riqueza alegórica en verdad pertinente.

En su envoltorio clásico de precisa ejecución, guarda un mensaje fresco y crucial acerca de la aceptación propia, como también hacia los demás. Un llamado necesario a la empatía y a la igualdad.

Ante una actualidad cada vez más sesgada, cruel y polarizada, debemos abrazar nuestras diferencias y así poder avanzar, pues por desgracia el mundo está retrocediendo aun más.

Por fin Del Toro entrega a mi parecer su obra más madura y contundente.



Antiporno


Sion Sono en su aporte para el proyecto revival de "Roman Porno" de la consagrada productora Nikkatsu, va mucho más allá del mero encargo, pues nos presenta una obra directa y visceral que escudriña sin paliativos en la sexualidad femenina contemporánea. Además de proponer un discurso crítico realmente crudo, aunque necesario, sobre la cosificación y otras represiones del yugo masculino, normalizados por desgracia. Todo ello en un empaque metafórico de consecuente transgresión, algo habitual en el cine de Sono. Golpea duro y correcto contra el machismo asimilado.

De acuerdo o no con su retorica y lenguaje, expone sus perspectivas tal cual son. Quizá genere discusiones validas sobre replantear un renovado y urgente feminismo. De resto pueden interpretarla como deseen.


The Square



No es solo una cinta punzante y pertinente en su crítica al lado más decadente e hipócrita del arte conceptual –aunque existan también buenas piezas e intenciones en este-, sino que se percibe análoga al cercano autoengaño del ser.

Es contundente al desdibujar el actual sistema del mercado de la “expresión artística”, repleto de piezas vacuas de retorica arbitraria que dan la ilusión de conciencia social, cuando en realidad solo hay manipulación emocional o moral en su explotación del dolor y la incertidumbre de la miseria actual.

Sin embargo también establece un crucial paralelismo entre ese panorama insensible del arte y su protagonista, Christian el curador, quien durante su gestión laboral y frívola existencia, deforma la real empatía y el compromiso ético a favor de un falso altruismo ideológico. Y una vez derribada la fachada de respetabilidad e “integridad” de su privilegiada vida pública, muestra las inherentes ambigüedades y contradicciones de un interior voluble, muy cercano y tal vez lacerante para el espectador, pero una confrontación necesaria. Es obvio que él y sus cuestionables actos serían un performance ideal para su galería, carente de coherencia en la forma y el contenido.

Posee además una narrativa ágil, detallada e ingeniosa que evita los lugares comunes de la sátira, estableciendo a su vez una eficaz mirada distante y nada complaciente al momento de exponer aquel entramado de falacias colectivas. Todo gracias a la clara dirección de Ruben Östlund, una de las más cuidadas, determinadas y concretas que he tenido la oportunidad de apreciar con absoluto deleite.

Al final la película consigue comunicar todo eso en un conjunto funcional, balanceado y matizado. Convirtiéndose per sé en una verdadera obra contemporánea y perdurable en su visión tan honesta como franca de la endeble condición humana.


Por
Oscar Cabrera

Comentarios

Entradas populares