QUICK CRITIQUES XXVIII - IMPRESIONES FÍLMICAS

Nueva entrega de mis impresiones sobre lo que vi últimamente y ambas cintas dan un contraste muy interesante. La primera es la mas reciente obra del colombiano Juan Andres Orozco y luego tenemos la secuela del singular éxito de Marvel por la exuberante mente de James Gunn.

Pasen con confianza y muchas gracias por su preferencia.


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Por encima del correcto retrato de los contextos hostiles en cada una de sus historias, contemplamos con naturalidad el acontecer humano en su estado más concreto.

Son tres seres que en atmósferas tan adversas, repletas de violencia, prejuicio e incertidumbre, desean encontrar su espacio. Sin embargo no hay un proceso idealizado de madurez efectista, que podría caer en un discurso de motivación gastado, sino un progreso genuino con todos sus claroscuros y ambigüedades; a su tiempo confrontan su pasada carga, y quizás, reafirmen la anhelada identidad con sus correspondientes consecuencias.

De acuerdo a lo anterior, su tratamiento de guion es meditado; expone y desglosa sus temas, a la par de los dilemas internos planteados. Tampoco abusa de su crudeza, y cuando ofrece destellos de esperanza, es consecuente con las acciones de sus personajes bajo la mirada justa e imparcial de su más que dotado director, Juan Andrés Orozco.

Quizás se perciba algo apresurado y abrupto el último acto por la resolución de cada relato, pero es un ligero desajuste ante una maquinaria que lleva a buen puerto lo que deseaba contar y comunicar.






Guardianes de la Galaxia Vol. 2


Lo que más resalta de esta secuela, y en general de la demás filmografía de James Gunn, es su real preocupación y cuidado cuando moldea sus personajes. Gracias a ello sus historias de contextos exagerados y creativos, con raíces en la serie B, adquieren mayor relevancia –quizás trascendencia-, además de una identificación casi instantánea del público.

Potencia y complementa lo planteado en la anterior, pero con una mayor libertad para ahondar en los dilemas, conflictos, crisis, confrontaciones y directas resoluciones en la identidad de sus bien pensados personajes. Que en su aparente sencillez, desvelan una complejidad accesible, a la vez que muy personal.

Sin embargo tal acercamiento fantástico pasa factura al ritmo de la película, pues en su primera mitad se percibe algo dispersa; aunque se detiene para enriquecer a Star Lord y compañía. Cada uno tiene su momento y se transforman, de acuerdo a una progresión consecuente ante el derroche de carisma del volumen uno. Coherente consigo misma, de acuerdo a lo que es. Pero luego retoma el enfoque narrativo hacia lo que pretende, una cimentación del ser que encaja,  maquillada, en esta ligera aventura con retazos de unión dentro de su “familia” disfuncional.

Por lo demás es tan vistosa, como balanceada –una paradoja-, en su estrambótico empaque. Impreso esta el afecto de Gunn por sus criaturas y este universo. Una entrega complementaria y aun mejor que su predecesora. Las referencias visuales y musicales están al servicio de un relato genuino e ingenioso, lo más sobresaliente de Marvel hasta la fecha. La única obra de la productora que presenta los sólidos cimientos de un autor.

No es una mera cinta de superhéroes, es una cuidada e hilarante space-opera que abraza con ahínco y fascinante desparpajo lo mas kitsch y fabuloso de la cultura pop de antaño. 





Por
Oscar Cabrera 

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