QUICK CRITIQUES SPECIAL - RECUENTO FILMICO

Por fin quedo atrás el 2016 con todos sus daños y júbilos. Entonces quiero iniciar esta nueva etapa compartiendo con ustedes mis ultimas impresiones de diciembre, encontrando cintas memorables e interesantes, como tambien algunas no muy afortunadas.

Sean bienvenidos a la primera entrada del año y !Feliz 2017!

Muchas gracias como siempre por su preferencia.


La La Land


Es magia pura. Así es, todo un vibrante acontecimiento en un panorama fílmico agobiado por sensaciones inmediatas y efímeras.

Las referencias literarias, musicales, televisivas, teatrales e incluso a los comics, se exprimen hasta el hartazgo como ganchos descarados. El homenaje ya no es reconocimiento, ni un estudio duradero de otros contextos e ideas, sino un mero pretexto para atrapar consumidores –de nostalgia mal encaminada a veces- sin contacto con la sensibilidad esencial del acontecer humano.

Damien Chazelle en su tercer largometraje rinde algo más que un sentido tributo al género musical de los años 50 y 60, además de una soberbia relectura del Jazz que tanto amo, cuenta una historia tal como es debido y con personajes que en verdad nos importan; algo ya olvidado hoy en día al parecer. Todo en un balance general sobresaliente entre parcial intimidad y espectáculo.

Por supuesto, está presente la suspensión de la incredulidad por su ejecución convencional, estilizada y cuidada al milímetro; sin embargo el trasfondo, conflictos o dilemas de nuestros protagonistas son cercanos y profundos, según lo permita el relato. Una ejecución tan clásica, como contemporánea en esta personal visión del despiadado entorno del entretenimiento. Honesta y sincera, coherente consigo misma.

En Mía (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling), entrañable pareja que emula esa inigualable química de antaño, vemos seres humanos con sus exuberantes virtudes y sutiles fisuras. Un verdadero homenaje hacia aquellos soñadores anónimos que pelean a diario para continuar su travesía personal, a pesar de las inclemencias y escollos de ese gran absurdo llamado vida. Donde no siempre hay desenlaces felices, sino momentos agridulces tan inesperados como trascendentes, sin importar la escala. Es constante y autentica la plasmar todo ese progreso, totalmente identificable.

Fluye con tanta naturalidad que asombra. Desconcierta en buena manera su transición fluida de tonos, del jovial esplendor visual escapista al concreto drama verosímil. Se percibe la entrega, el amor en cada plano, secuencia, situación, diálogo o canción que moldean a estos seres reales y su universo.

Más que refrescante, es una idílica y cimentada pieza sensible. Conmueve con experiencias genuinas, y carente –menos mal- de esas tretas del melodrama artificial, presente en producciones de mayor envergadura. Posee inclusive una intención satírica si indagas un poco entre sus costuras, y que en manos poco inspiradas de otro realizador pudo caer en lo edulcorado y soso, o al contrario, ser demasiado mezquina. Ofrece, en síntesis, un tratamiento maduro de sus temas en un lenguaje exquisito, sobra decir otra cosa.

¿Qué hacen todavía aquí? Vayan a ver el nuevo peldaño de un autor comprometido, diría enamorado de lo sublime en la manifestación artística y lo que esta conlleva. Whiplash capto mi atención, ahora soy tuyo Damien.








Rogue One: Una historia de Star Wars



Para cambiar un poco la dinámica, iré mencionando por puntos mis impresiones del filme:

1. Gareth Edwards se redime con creces en una dirección ejemplar, donde se preocupa por contar una historia madura y directa para lo que pretende decir, mas allá del mero espectáculo engorroso y vacuo en que se vio sumida la franquicia últimamente. Tenemos un relato bélico bien manejado y algún que otro comentario político acertado y sutil.

2. El enfoque de su trama y balance son maravillosos, con un ritmo fluido de continua tensión. Lo que pasa en pantalla si es interesante, incluso se atreve a dar un final agridulce y creíble muy agradecido, de acuerdo a lo que es. Tiene ese sentido de urgencia que se había perdido, ademas de una insinuada ambigüedad ética intrigante.

3. Los personajes, aunque meros arquetipos e individualmente no son muy acabados, su interacción como grupo es magnifica. Logre involucrarme con ellos, quería que tuvieran éxito en su misión. Todos con momentos emocionales conseguidos sin recurrir a diálogos tan idiotas (te estoy viendo George Lucas) o sentimentalismos artificiales redundantes (ahora es para ti J.J Abrams). Felicity Jones y Diego Luna tienen cierta química y los demás como Donnie Yen o Forest Whitaker cumplen. Armonía estimable. 

4. Posee encuadres de latente magnificencia y belleza -algo que parecía faltar hace tiempo- y un montaje funcional. Su tono esta bien, impacta, pero me hubiera gustado ver la versión que tenia pensada originalmente Edwards, aunque esta es muy buena. Propensa a lo cursi, mas solo roza y es un alivio. 

Por lo tanto, es la mejor película de TODA la franquicia. No exagero, de TODO su universo fílmico, que se considere canon ahora por supuesto. Las anteriores tienen algún que otro momento memorable y potente, pero en conjunto rara vez funcionan por detalles. El imperio contraataca es la mas sobresaliente. Esta es completa, una experiencia total de inmersión que en verdad recomiendo, tanto para el fan como al casual. 







Sully


Seré directo, uno de los últimos narradores clásicos regresa con un relato que no va mas allá de lo correcto. Muy por debajo de su habitual contundencia y complejidad, siempre en historias aparentemente sencillas, aunque universales. Cuyo estilo desmitificador de realidades y personajes se ha diluido al pasar los años en obras parciales, bien filmadas y contadas sin duda, pero carentes de mayores matices y ambigüedades. Por ello conservo en la memoria excelsas piezas como Bird, hermoso biopic de mi querido Charlie Parker, y claro, tambien mi ferviente deseo de olvidar ese descarado panfleto llamado American Sniper.

Sully es un claro ejemplo de complacencia y sencillo bien quehacer, donde el afán de recreación adecuada subleva la tensión dramática. Los conflictos, con dilemas apenas velados, presentan resoluciones casi mecánicas. Todo es solo adecuado y solvente en la dirección de un Eastwood condicionado, todavía efectivo al captar nuestro interés en un agradable homenaje al capitán Sullenberger. 

Es informativa y amena cuando debe, pero al tratarse de un evento así de increíble, era consecuente un tratamiento mas audaz, y no solo concreto. 

Las interpretaciones cumplen con un Tom Hanks a la altura de las circunstancias, de acuerdo a los rígidos requerimientos de Clint. Aaron Eckhart y Laura Linney lo acompañan sin deslumbrar en el distante devenir de los acontecimientos. De resto la puesta en escena, banda sonora y demás, pues se integran sin mas. 

La verdad no hay mucho mas por decir, va en piloto automático y aunque aterrice sin problemas, sera difícil de recordar la visita. 







Tren a Busan



Un fantástico espectáculo zombie con destacables valores de producción, pero empalagosa en su insistente y forzado melodrama. Las costuras del esquema se notan demasiado, es un quiero y no puedo. 

Al principio me resulto divertido predecir situaciones, actos e incluso diálogos, aunque descrece cuando exagera en sus tretas para conmover al espectador. En lugar insinuar o llevar momentos de forma natural, impone que sentir. Es efectismo sinvergüenza en toda regla hacia lo cursi, eso sí, da instantes buenísimos de comedia involuntaria. Luego te da algo de frustración al recordar esas escenas donde echaron a perder la oportunidad de transmitir critica social bastante relevante; por lo menos los personajes son aceptables y te interesan lo suficiente. Quieres al menos que escapen de la muerte, ojala lo hicieran del blando guion. 

Lo que si es tomado muy enserio, es la creación de la sofocante atmósfera y de los veloces infectados, efectivos y bien logrados en apariencia. Me sacaron una sonrisa como habitual del subgénero e hicieron llevaderos los tropiezos del filme.

Por lo demás tiene un ritmo apropiado de creciente y meditada tensión, lo crucial aquí. Agradezco muchísimo que sea constante en ello, al menos. Fue amena, divertida y olvidadas para la mañana siguiente. 







Por
Oscar Cabrera




Comentarios

Entradas populares