RUBY SPARKS (2012) - ¿AMOR DESCRITO O INSCRITO? - BREVE ANALISIS
Calvin, quien fuera un escritor prodigio y aclamado por su
primera novela, se encuentra en un absoluto bloqueo creativo; además procura
ser distante evitando cualquier interacción con otros, sobre todo con las
mujeres, pues sufre todavía las secuelas de un rompimiento. Encerrado en sí
mismo busca recuperar esa chispa y de la desesperación forma la imagen mental
de una chica compleja, bella y cándida, llamada Ruby Sparks. Entonces como si
tratara de una ráfaga, recupera el vigor y escribe sobre ella en un desborde de
creatividad tan apasionado, que al otro día cuando despierta la ve materializada
en su apartamento.
Nada ofrece explicación a esta demencial manifestación, aun así el pasmado novelista da rienda suelta a la situación e intenta todo a su alcance para que funcione esta relación, pero enfrenta un dilema: llevar el rumbo natural del noviazgo, o con las posibilidades de su poder quizás la cambie, moldeando la realidad.
Nada ofrece explicación a esta demencial manifestación, aun así el pasmado novelista da rienda suelta a la situación e intenta todo a su alcance para que funcione esta relación, pero enfrenta un dilema: llevar el rumbo natural del noviazgo, o con las posibilidades de su poder quizás la cambie, moldeando la realidad.
Una interesante y muy refrescante muestra de buena
metaficcion, similar a otras peliculas como Más
extraño que la ficción de Marc Forster, e incluso recuerda a un ejemplo dentro
del campo fílmico, La Rosa Purpura del Cairo
de Woody Allen; en donde los delineamientos entre fantasía y realidad son rotos
impunemente. Sin embargo merece ser vista no solo como una indagación o
radiografía sobre las relaciones humanas con la etiqueta de comedia romántica,
sin puntos intermedios, además advierte los peligros de idealizar al cónyuge
hasta reducirlo solo a un concepto.
Hace hincapié en la introducción y desarrollo del solitario
Calvin cuando la cinta plasma su dificultad para aceptar el estado actual de
las cosas, como también los cambios por venir. Al describir las cualidades de
la ensoñada Ruby, evade las consecuencias de su apatía y egoísmo; aún no
confronta esas cargas emocionales y ciertas secuelas psicológicas que podría
tener, por lo tanto la imaginación proyectada
va en su contra, pues refleja en los actos y etapas anímicas de Ruby algunos
errores pasados. Ella es sensata, amable e independiente en un instante y luego
es casi maniaco-depresiva por las modificaciones en papel u otras acciones
hilarantes.
Entonces el aislamiento resulta ser un escudo represor,
aunque lo “protege” según las normas de su funcional mundo interior, y al ser inseguro por un temor injustificado, no se involucra más que con su
visión del afecto. En otras palabras, es un enrevesado ejercicio psicoanalítico
de una fina construcción concreta y creativa, cuya solida columna es el
maravilloso guion redactado por Zoe Kazan, co-protagonista del relato. Consigue un envidiable balance verosímil del
drama franco e intenso y la comedia distribuida con ingenio, mientras sus
personajes progresan o se contemplan sin prisa. Ayuda bastante la correcta guía
de sus directores, Jonathan Dayton y Valerie Faris, responsables de la
entrañable Little Miss Sunshine.
Claramente Kazan basó parte de su historia en el mito de Pigmalión,
aquel del escultor que se enamora de su creación y con ello en una conclusión
digna, creo yo, quiso transmitir esto: Algunos poseen una noción condicionada
sobre lo equitativo en una relación, pero no debemos tratar de entender al ser especial
solo por autocomplacencia, sino compartir con entrega y entusiasmo los
devenires en sus diversas capas e intentar comprender. No obstante el propósito
antes del mencionado recorrido, si nos corresponden, es reconocernos. Y con la
identidad reafirmada, iremos dispuestos por ese alguien, sin olvidar lo
implícito.
Ves a la chica, pero… ¿te atreves a mirarla?
Por OSCAR CABRERA
Por OSCAR CABRERA
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