MISION IMPOSIBLE: PROTOCOLO FANTASMA - CRITICA

Dirección: Brad Bird

Guion:  Josh Appelbaum, André Nemec y J.J Abrams

País: EE.UU

Género: Acción

Año: 2011

Una bomba explota en el Kremlin y tanto el gobierno norteamericano, como el ruso creen que el equipo liderado por Ethan Hunt está detrás de ello. Buscados por las autoridades, el grupo debe demostrar su inocencia ayudados por el ex – agente Brandt, quien parece saber más de lo que dice. Tal misión los traslada a Bombay, en donde tendrán que desactivar el lanzamiento de un arma nuclear.

No tenía muchas expectativas frente a esta entrega, estaba la esperanza de ver un producto decente que complementara el buen trabajo de J.J Abrams con la anterior, sin embargo salí de la sala más que satisfecho, quede maravillado por la riqueza estética y elegancia en la praxis de su lenguaje. Consiguiendo lo que muchos realizadores mediocres creen estar logrando al agitar aleatoriamente la cámara en los films de acción, balance y genuina emoción sin efectismos obvios. Estos están, pero son tolerables.

Brad Bird nos demuestra su exquisito gusto cinematográfico, como ya lo hiciera siendo el consagrado animador que es con ‘Los increíbles’ o la extraordinaria ‘Ratatouille’, al mover la cámara con sutileza y fluidez en los instantes álgidos sin distraer al espectador; imprimiendo en su narrativa una agilidad constante y muy contundente en sus planteamientos dentro de la historia.

En el campo actoral, se cumple correctamente, teniendo en cuenta la disposición de algunas líneas bastante estándar, pero te permiten comprar la trama. Reclamaría más trabajo de construcción en el villano y un poco mas de verosimilitud en ciertos conflictos, de resto todo funciona tan bien como un reloj.

En conclusión, una pieza bien enhebrada de entretenimiento que no solo capta el interés, sino que no subestima al público cuando es honesta y ofreciendo lo hay, una aventura intensa carente de mayores intenciones.  Un debut increíble de Bird en la acción en vivo con mucho estilo.

Por: OSCAR CABRERA

Detras de camaras