QUICK CRITIQUES XXVI - IMPRESIONES FÍLMICAS

Luego de todo el alboroto por cierta premiacion, regresamos a lo habitual y con mas cine. He aquí nuevos comentarios frescos de lo que vi estos días, con sus pros y sus contras. 

Les agradezco mucho su preferencia y ojala sean de su agrado. 


The Lobster


Esta sátira del absurdo no me cuaja del todo. 

Tiene escenas que funcionan y comunican en su alegoría; con ideas e incluso emociones bastante cercanas sobre la presión social y los inherentes cuestionamientos o contradicciones en las relaciones. Puede parecer arbitraria para el espectador casual, pero paradójicamente tiene un esquema consecuente en su interior o coherencia interna muy cuidada, donde cada interacción y suceso corresponde a causas y consecuencias apegadas a su universo. El problema es que todo parece algo diluido, le sobra metraje y se siente cohibida para ir mas allá. 

El obvio ejemplo de como hacerlo bien, y con un progreso significativo en si misma, es Attenberg de Athina Rachel Tsangari. A diferencia de la ejecución de Lanthimos, los seres en pantalla no son meros contenedores apenas reaccionando a su entorno, interiorizan y se transforman a su manera ante las ambigüedades del asfixiante y represor contexto, en analogía a a su desolación interior. En cambio en The Lobster, son los mismos entes durante del relato y no pueden complementar ni matizar las metáforas directas, ya insulsas por una dirección e interpretaciones pobres, de acuerdo a lo que es. 

En papel era una fantástica idea y en su primera mitad obtiene destellos de lo que pretendía, sin embargo no concreta mas que un proceder inteligente, pero carente de vehemencia. 







Loving


El contexto daba para mucho más que este tratamiento apenas tibio y ligeramente desarticulado de Nichols, eso sí, tiene momentos conseguidos de cierta inmersión emocional; se nota lo cómodo que esta Jeff aquí. No sentí que perdí el tiempo, como si pasó en Midnight Special.

Lastima que la mayoría de los sucesos se percibieran forzados por el poco desarrollo y dimensiones a sus personajes. Son meros contenedores que reaccionan a las circunstancias ante una conmoción social que debía tener un mayor impacto sensible. Insinúan vagamente destellos de identidad, y eso que los actores hacen un trabajo decente con la descuidada y plana dirección.

Es una película que va del punto A al C, pero sin matizar. Pretende apelar a la sutileza, a lo implícito, sin embargo en su torpe languidez solo queda un relato algo superficial, aunque ameno a final de cuentas.






Por
Oscar Cabrera 



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