JOBS (2013) - FUGAZ VUELTA A LA GRAN MANZANA - CRITICA ESPECIAL

Francamente era muy pronto para contar la travesía vital del influyente e interesante magnate tecnológico Steve Jobs, fundador de la compañía legendaria de computación Apple. Involucrado en la creación de equipos que por su riqueza estética iban más allá de meros electrodomésticos funcionales, siendo casi accesibles representaciones artísticas de la vastedad del potencial humano, al menos eso quería transmitir él. Sin embargo, súbitamente y a pesar de su todavía reciente fallecimiento –para el colectivo admirador todavía más-, Joshua Michael Stern decidió dirigir este largometraje biográfico cuyo mayor interés era su principal interprete Ashton Kutcher, incrementando no solo las expectativas de como encarnaría al visionario norteamericano, sino también que anécdotas podríamos descubrir de la persona detrás de la personalidad mediática. Por desgracia y en mi opinión, ha sido una experiencia insulsa o de manual si se prefiere.

El principal problema es el planteamiento del guion cuando aborda las distintas etapas de la significativa vida de Jobs, son tratadas de manera superficial y pasmosa brevedad. El conjunto se percibe fragmentado e incluso aburrido al presentar personajes con poco desarrollo u otros simplemente apartados; para colmo, algunos de ellos son cruciales en el desarrollo del protagonista y sus situaciones para generar empatía hasta justificar su gran peso, sin lograrlo. En otras palabras, las personas que fueron importantes en la realidad de Jobs, en la ficción fueron reducidas a esporádicas intervenciones que pretendían solo iniciar conflictos dramáticos e internos para complementar la aceptable actuación de Kutcher –de acuerdo a los parámetros-, intentando estremecer; pero es justamente esa falta de construcción en los secundarios que sus tensiones o preocupaciones son efímeras, aportándole nada a su identidad. Pierde la oportunidad de moldear al ser dentro del creador, siguiendo en su lugar a un individuo mitificado que “progresa” durante la endeble trama forzada.

En realidad este producto parece sustentarse enfatizando en referencias a la formación de la empresa, descuidando las mencionadas relaciones humanas –los padres, la primera novia, el amigo y socio- y la repercusión de estas en los errores o aciertos del famoso emprendedor. No obstante, posee cierto valor didáctico de mucha curiosidad sobre el impacto económico y social de su trabajo, aunque aquellos aspectos tampoco son muy profundizados. Es una lástima, porque había subtramas atrayentes como la rivalidad con Bill Gates por ejemplo.

Visualmente, carece de ímpetu en la puesta de escena e imaginación mesurada al componer los encuadres. El montaje común con poco dinamismo no ayuda a las aberrantes elipsis narrativas luego de contadas escenas inconclusas, en todo sentido. Un mejor acercamiento de ficción a la figura de Jobs, seria –irónicamente- un film televisivo llamado Silicon Valley (1999); no es un gran relato, pero al menos se preocupa por establecer personajes y explora el enfrentamiento Bates-Jobs.

Como dije al principio del escrito, es un anodino y olvidable relato nada nefasto, correcto por momentos, que pudo abordar dentro una crítica sobre la cumbre del “sueño americano”.

Por OSCAR CABRERA 

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