EL ORIGEN (INCEPTION) - CRITICA
Guion y Dirección: Christopher Nolan
Genero: Ciencia Ficción/Acción/Thriller
País: EE.UU
Año: 2010
Dom Cobb es un experto “extractor”, cuya tarea consta en
introducirse al inconsciente ajeno por
medio de los sueños para tomar algún secreto esencial. Su habilidad es muy
codiciada en el espionaje corporativo, aunque se le presenta un obstáculo en el
último trabajo, la proyección de su esposa fallecida que estropea todo hasta una
nueva misión. Ahora él y su socio Arthur reúnen un equipo para algo diferente,
implantar una idea en el heredero de un imperio comercial para que lo
desmantele y así beneficiar al contratante. Sera una intrincada odisea.
Estamos ante el compendio definitivo del estilo Nolan, solo
que moldeado y dulcificado para la comodidad de un gran estudio. Por supuesto,
encontramos una cavilación psicológica correcta con germinación y catarsis, pero termina sublevada
al espectáculo inteligente cuyo tono se mantiene a pesar del intergenero que
maneja. Es decir, que al ser una especie de Heist-movie onírica, los conflictos
entre y dentro de los personajes se plantean bien, no obstante su manejo pudo
ser más profundo al definirlos un poco mas.
Cobb sufre un continuo detrimento psíquico estructurado y llevado
por un motivo solido, pero las abstracciones simbólicas que pretenden sustentar
su culpa con probable confrontación no son particulares, viendo conceptos
generalizados en el consciente colectivo del espectador. Por la falta de
elementos para formar una mejor identidad, dificulta que sea entrañable para sentir
su progreso en el sueño, o también su realidad cuya línea es difuminada sin
paliativos, lo cual se agradece. Si dejara el acondicionamiento por un
presupuesto elevado, construiría un carácter tan vasto que haría enorgullecer a
Kafka, teniendo presente la fascinación de su director por personajes
afligidos. Mostrando mayor esplendor turbio en previas obras como ‘Memento’ o ‘Following’.
Las demás interpretaciones son indicadas de acuerdo al entorno,
es incuestionable que nos sumergimos en los sucesos bien pensados gracias al
guion dinámico y extensamente explicativo, equilibrado también con impacto
visual y metafórico. Su eficaz lenguaje es comprendido e incluso algo
simplificado para concretar sensaciones genuinas e independientes del dialogo
expositivo. En otras manos seria propenso a lo evidente.
El ritmo de los niveles sumergidos en la prolongada siesta tiene
solemne fluidez, donde la vigorosa acción esta remarcada fantásticamente por
una apariencia sofisticada en su diseño de producción y embellecida por el
operador Wally Pfister. Solo diré que tiene la más disfrutable secuencia en
gravedad cero que he visto, dejando en segundo plano la licencia narrativa que no ahonda en los sueños compartidos y su tecnología.
Por OSCAR CABRERA
Todos la consideran la mejor película de Nolan, pero yo creo que su mejor película es El Gran Truco y es de las menos valoradas, en fin, buena crítica.
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