NEOCLASICO - AMELIE - CRITICA
Titulo original traducido del francés: 'El fabuloso destino de Amelie Poulain'
Dirección: Jean Pierre Jaunet
Guion: Jean Pierre Jaunet y Guillaume Laurant
País: Francia
Género: Comedia Romántica
Año: 2001
París, 1997. Amelie Poulain es una joven camarera que decide
cambiar su rumbo existencial luego de hallar en su baño una pequeña caja el
mismo día del accidente automovilístico de la princesa diana; contiene
juguetes, fotos y cromos de un niño que pudo esconderla hace cuarenta años.
Cuando ella encuentra al dueño ya adulto, toma la decisión de ayudar a los
demás mejorando sus vidas con sencillos gestos.
Previamente tuve un leve bloqueo tratando de escribir este
análisis, pues quedé abrumado de verla. Divagué mentalmente si debía empezar
con una cita literaria o señalando aspectos visuales destacables en ella, e
incluso decir que su director, responsable también de la bella ‘Amor eterno’, intentó entrar a Hollywood haciendo la cuarta parte
de la saga Alien, en serio. Al final quedo decepcionado, desertando de la
industria americana para nuestra fortuna.
Qué tal si empezamos recordando ustedes conmigo cuantas
veces han puesto barreras cuando quieren realizar algo, sacando pretextos de temor infundados en juicios
externos que hacen negar nuestros sentimientos o pensamientos; ¿Varias
ocasiones verdad? Hecho esto nos
podremos involucrar con la cinta, identificándonos perfectamente al sumergirnos
en las historias de personajes tan peculiares que rodean a nuestra introvertida
protagonista por medio de sus acciones y motivos bien justificados, remitiendo en
varias situaciones al esencial dilema de aprovechar las oportunidades que nos
ofrece la vida. Desde observar la impresión de una huella en el mar o un cálido
beso en la mejilla, hasta darnos chance para compartir nuestras emociones,
costumbres y percepciones sin jamás perder la imaginación, pues estando en
contacto con nuestro propio mundo de vez en cuando nos permite lidiar con la
realidad. El detalle es que nuestra
protagonista se debate en esas cuestiones buscando un balance.
Retrata un surrealismo verosímil y sus habitantes tienen personalidades bien forjadas. Amelie es
cándida, sutil y genuina con signos únicos que convierte la empatía en cariño,
una actriz que logre eso en una cuidada interpretación propensa a caer en la
monotonía y haciéndola una persona, Audrey Tautou se merece un aplauso. No
obstante nada de eso funcionaria sin unos secundarios excepcionales, no son
estrambóticos pero tampoco comunes, son personas también haciendo de instantes
humildes, soberbios.
El aspecto visual es un deleite para los sentidos, posee una
estética muy plástica con una paleta de colores que exalta la textura y luminosidad
en cada toma, agregándoles el valor expresivo complementado a los personajes. En
cuanto a su lenguaje, experimenta con la velocidad de la cinta, el montaje
intertextual, los efectos digitales y sonoros de manera mesurada en un
propósito específico evitando la pretensión. Por ello el relato es dinámico,
bello y enternecedor; renovando el espíritu.
Lo único negativo es que algunos la catalogan como un discurso
filosófico, seria elevarla mas allá de lo que en verdad es, un afable cuento de poética cotidiana casi didáctica que permite ver las cosas desde otro punto de
vista.
Por OSCAR CABRERA
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